Hacia el 2019, la Fábrica Digital. El Rule hace una pausa, mira lo hasta hoy recorrido y propone nuevas pautas para continuar su trabajo a partir de volverse un espacio de construcción colectiva de saberes y sus potenciales usos tecnológicos. Por eso elaboramos un MANIFIESTO que guíe nuestras acciones futuras y cambiamos el nombre del espacio a Laboratorio de Tecnologías El Rule.
- Nuestras prácticas tienen como eje las nociones de saber colectivo / las tecnologías como saber y buscan promover el saber hacer.
- Lo tecnológico no es solamente lo digital. Lo tecnológico es un saber que regularmente parece impuesto y que desborda lo que conocemos como el medio digital. Lo tecnológico precede a lo digital, son las tecnología de los cuerpos, del lenguaje, de la vida que se construye colectivamente y nos permite abordarlo como posibilidad; y que en ocasiones se materializan en máquinas y aparatos.
- Buscamos promover una crítica a las tecnologías digitales como eficientadoras de dinámicas sociales analógicas, sino trabajar lo tecnológico como potencia y alternativa, ir más allá de la utopía digital.
- Pensar lo tecnológico es un camino necesario para resistir las violencias, la vulnerabilidad de los cuerpos y los cambios sociales, políticos y naturales. Por eso es central experimentar, inventar y elaborar un discurso crítico en relación con lo técnico y sus efectos, que permita desarticular las herramientas, las técnicas y los métodos de análisis e interpretación como intrínsecos a la explotación, el sometimiento o determinadas ideas de progreso y desarrollo, y que en su lugar, permite ampliar la visión de lo tecnológico y sus potencias de uso.
- Queremos pensar lo tecnológico, como una práctica transitoria y desde sus efectos y sus posibilidades para experimentar presentes e inventar futuros, y no desde las finalidades o como productos inherentes a un marco económico.
- Estamos contra la noción de alfabetización tecnológica, el asistencialismo (subordinar propiciando soluciones ajenas), el expectativismo (manipular sembrando confianzas inopinadas) y el solucionismo (simplificar optando por propuestas tecnocráticas). Por eso buscamos la experimentación acompañada de crítica, y el rescate de las múltiples invenciones en los procesos.
- Nos rebelamos ante la idea de tecnología en sus formas ordinarias de aprehensión, planteamos una desobediencia tecnológica. La desobediencia tecnológica, para construir saber, reutilizar e inventar modos de hacer, abordar los procesos en que se articulan ideas para promover la autonomía en el uso de la tecnología.
- Vemos a la Ciudad de México como una ciudad migrante. Ciudad de flujos constantes que recibe, acoge, golpea y expulsa a gente que viene de todos lados. Todas las personas en tránsito o permanentes se comunican, crean redes, inventan modos de hacer, e intercambian saberes a partir de diversas tecnologías de lo cotidiano.
- Nuestra inconformidad también la hacemos explícita al pensar trabajar desde un espacio donde construimos saberes desde la alteridad, a partir de diálogos con diversas comunidades, y no desde posiciones autoritarias, ya sea epistémicas, de prácticas o ideológicas.
- Queremos estar cerca de nuestro contexto local inmediato, aprovechando la oportunidad de estar enclavados en un lugar geográficamente estratégico, el Centro de la ciudad migrante, y proponer desde aquí la experimentación constante de un diálogo horizontal, desde distintos modos de estar en el mundo y con una actitud de pares. <
- Queremos promover lo que Illich nombra como Herramientas conviviales, aquellas que pueden propiciar la creatividad y convivencia, son aquellas que dan sentido, que liberan, que dan autonomía y crean colectivo; no un cuerpo colectivo que borra al individuo, sino aquel colectivo formado por individuaciones que no son negadas o subsumidas. Preferimos las distintas formas de lo local sobre lo mundial occidentalizado, o las universalizaciones que invisibilizan conocimientos, comunidades y otros modos de hacer.
- Desde la transdisciplina pretendemos desafiar los intereses privatizadores y a entender el arte, la cultura y el conocimiento desde una mirada no canónica, valiéndonos de las herramientas tecnológicas como instrumentos de lo colectivo.
- Defendemos la idea de una internet como territorio de libre socialización, de invención, segura, de goce y encuentro. Buscamos promover estrategias y formas de relación desde el cuidado del otro, un colectivo digital con énfasis en las discusiones en torno a la protección de nuestros datos, intimidad, privacidad y anonimato en internet.
- Esperamos promover el análisis complejo de la información (big data) que exige la participación de profesionales con su trabajo y conocimiento en un continuo diálogo con las comunidades, desde una postura de resistencia a la inmediatez.
- A través del juego, como herramienta pedagógica, queremos propiciar la apropiación crítica de la tecnología y los medios digitales en los más pequeños.
- Queremos generar narrativas propias y Memorias compartidas.
- A la luz de una crisis ecológica de escala planetaria buscamos recuperar estrategias tecnológicas para una relación distinta y de bajo impacto con la naturaleza.
- Buscamos conformar una Red de Asesorías donde individuos o colectivos aprendan y descubran entre sí. Además, queremos transformar las relaciones hacia lo colectivo, así como reforzar y promover una red de intercambio y vinculación con Latinoamérica.
- Queremos conformar un espacio de intercambio Interinstitucional. Entendemos la institución como un conjunto de acuerdos entre ciudadanos y donde es necesario poner a discusión las prácticas culturales, incluyendo las nuestras, así como el tipo de relaciones que guardamos con los otros. Buscamos lograr que la gestión cultural se vuelva un campo para la experimentación.